El niño no se puede proteger de la forma prevista o no queda retenido.
Tenga en cuenta siempre las indicaciones específicas del vehículo.
Tenga en cuenta los rótulos de indicación de advertencia situados en el habitáculo y en el sistema de retención infantil.
Si el sistema de retención infantil no está montado correctamente o no está asegurado, puede soltarse.
En ese caso, el niño no queda protegido o retenido de la forma prevista.
El sistema de retención infantil que no esté siendo utilizado puede desplazarse y alcanzar a los ocupantes del vehículo.
El sistema de retención infantil ya no puede funcionar correctamente. Existe un mayor riesgo de sufrir lesiones.
Los sistemas de retención infantil o sus sistemas de fijación dañados o sometidos a esfuerzo en un accidente ya no ofrecen la protección prevista.
El niño puede no quedar retenido.
Si el sistema de retención infantil está expuesto a la irradiación solar directa, las piezas se pueden calentar mucho.
Los niños podrían sufrir quemaduras al entrar en contacto con dichas piezas, especialmente con las piezas metálicas del sistema de retención infantil.
Si las personas –especialmente los niños– se exponen al calor o frío intensos durante un periodo prolongado, existe peligro de sufrir lesiones o incluso peligro de muerte.
abrir las puertas y poner en peligro a otras personas o usuarios de la vía.
abandonar el vehículo y que otro vehículo los atropelle.
manejar el equipamiento del vehículo y, por ejemplo, quedar atrapados
suelten el freno de estacionamiento.
modifiquen la posición del cambio.
arranquen el vehículo.