abrir las puertas y poner en peligro a otras personas o usuarios de la vía.
abandonar el vehículo y que otro vehículo los atropelle.
manejar el equipamiento del vehículo y, por ejemplo, quedar atrapados.
suelten el freno de estacionamiento.
modifiquen la posición del cambio.
arranquen el vehículo.
Si las personas –especialmente los niños– se exponen al calor o frío intensos durante un periodo prolongado, existe peligro de sufrir lesiones o incluso peligro de muerte.
Mediante las teclas del cierre centralizado puede bloquear y desbloquear todo el vehículo desde el interior.